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Que estén siempre llenos del fruto de la salvación —es decir, el carácter justo que Jesucristo produce en su vida. —NTV

F I L I P E N S E S 1 : 1 1

Se cuenta de un dependiente en Nueva York que siempre abría su negocio a las seis en punto de la mañana. A esa misma hora, siempre pasaba por ahí un caballero como parte de su rutina. No cruzaban palabra, pero durante meses ambos coincidieron en el mismo lugar. Una mañana, el caballero ya no apareció. Por la tarde, un contador buscó al dependiente para comentarle que el hombre mayor había muerto, pero le había dejado su fortuna y su negocio.

¿Por qué? Porque al ver su puntualidad y diligencia, el caballero evaluó su carácter y supo que ese hombre era confiable. Esto no significa que si somos puntuales nos volveremos millonarias, pero la puntualidad habla mucho de los frutos que producimos.

Nuestro Señor Jesús seguramente fue puntual pues esta cualidad
nos habla de administración y honra. La puntualidad nos hace administrar nuestro tiempo sabiamente. Si te cuesta llegar temprano a tus citas, ¡despierta una hora antes o duerme más temprano! Todo es cuestión de organizarte.

Pero la puntualidad también habla de honrar el tiempo de los demás y así mostrar tu respeto por ellos. Llegar a tiempo a las reuniones, terminar a tiempo una cita, no abusar de los demás, son muestras de un carácter como el de Jesús. Que tu vida esté «a tiempo», porque esto traerá gloria a Dios. (KOH)

Muestra estima a otros haciendo lo que es correcto en el momento oportuno.

ANÓNIMO

Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español).

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