Ahora les ruego a Evodia y a Síntique, dado que pertenecen
al Señor, que arreglen su desacuerdo. —NTV
FILIPENSES 4:2

¿Qué habrá pasado con Síntique y con Evodia que no había comunión entre ellas? Seguramente, algún mal entendido hizo que se distanciaran a tal grado que Pablo estaba preocupado por esa enemistad. ¿Cómo era posible eso si las dos habían sido fieles y habían ayudado a Pablo en la predicación del evangelio?

¿Puede haber algo terrible entre los creyentes que haga que dejemos de amar a un hermano en Cristo y le mostremos enemistad permanentemente? Pareciera que sí, y se ha vuelto muy común en las iglesias. En alguna ocasión, estaba molesta con una persona de la congregación porque había dicho cosas en mi contra. ¡No le hablaba! El Señor tuvo que enseñarme que el único que se alegra de eso es el diablo quien conoce bien el dicho de «divide y vencerás» y nos engaña haciéndonos sentir ofendidas.

Nuestro corazón orgulloso nos dice que no es nuestra culpa porque fue la otra persona quien nos ofendió, y justificamos nuestra conducta poco espiritual.

¿Alguna vez has tenido un desacuerdo con algún creyente o con alguna de las jovencitas de la iglesia? ¿Lo has arreglado? Pide la ayuda del Espíritu Santo para cambiar tu corazón, perdonar y tener amistad con la persona con la que estás enojada. Perdonar no solo te hace libre, también deshace los planes del enemigo. (YF)

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.

JESÚS

Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español)