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Por Wendy Ortiz

Hace solo unos días comenzó el anhelado 2021 y como es costumbre para muchas, durante este mes queremos ser mejores que el año anterior. Para eso hacemos listas de resoluciones, que muchas veces se quedan solo en el papel porque por una cosa o por otra no las llevamos a la práctica. “10 cosas que debes hacer en este nuevo año” o “Sé la mujer que quieres ser en el 2021” son algunos de los títulos en las revistas que capturan nuestra atención en la fila del supermercado. Sin embargo, como creyentes sabemos que nuestra lista de resoluciones debe estar centrada en lo que creemos o más bien, en Quien creemos. 

Así que exploremos juntas ¿Cómo establecemos metas centradas en la Palabra de Dios?

En primer lugar, para establecer metas centradas en la Palabra de Dios debemos ser creyentes. Sí, parece un poco absurdo, pero la verdad es que si no somos nacidas de nuevo no podremos hacer resoluciones que estén cimentadas en las Escrituras.

Aquí unas preguntas que pueden ayudar a evaluarte:

  • ¿He reconocido mi pecado, que no soy buena por mis propias fuerzas, que no tengo remedio?
  • ¿Me he arrepentido sinceramente ante Dios por mis pecados? 
  • ¿He reconocido que el único bueno es Jesucristo, que Él entregó su vida en rescate para salvación, que solo Él puede salvar?
  • ¿Reconozco que no hay NADA que yo pueda hacer para ganarme el favor de Dios, solo reconociendo la obra de Cristo a mi favor?  
  • ¿Ya el pecado no tiene el dominio sobre mí? Aunque sigo pecando, ya no me deleito en mi pecado, ahora lo repudio y trato de vivir una vida santa.
  • ¿Anhelo que otros conozcan lo que Jesús hizo en mi vida? ¿Doy testimonio de eso?
  • ¿Mi vida ha dado un giro dramático? ¿Tengo un antes y un después?

Si al leer las preguntas anteriores, te has dado cuenta que NO eres creyente. Corre a Jesús hoy en arrepentimiento por tus pecados y fe en la obra salvadora de Jesús.

Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. 
1 Juan 1:9

Que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. 
Romanos 10:9-10

Ya establecimos que debemos ser creyentes para poder preparar nuestra lista de resoluciones de año nuevo centradas en la Palabra.

En segundo lugar, debemos leer y estudiar la Palabra. También parece absurdo pero sí es muy cierto. ¿Cómo vamos a establecer metas centradas en las Escrituras mientras nuestras Biblias permanecen cerradas toda la semana hasta el servicio del domingo?

Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra. 
2 Timoteo 3:16-17 (NTV)

Si no estamos leyendo y estudiando la Biblia nos estamos perdiendo todos sus beneficios. Veamos qué podría suceder a la hora de hacer nuestra lista de metas, si vemos este pasaje a la inversa: 

  • Estaremos sordas y ajenas a la Palabra inspirada por Dios.
  • Caeremos fácilmente en una mentira, porque no estamos siendo enseñadas en lo que es verdad.
  • Tomaremos decisiones incorrectas, porque no estaremos viendo lo que está mal en nuestra vida y no estaremos siendo corregidas cuando estemos en el error.
  • Haremos lo incorrecto.
  • Escogeremos hacer cosas vanas, ya que no estamos siendo capacitadas y preparadas en la Palabra para hacer toda buena obra determinada por Dios.

La Palabra es esencial para nuestra lista de metas.

En tercer lugar y por último, para establecer metas cimentadas en la Palabra de Dios debemos descansar en Su soberanía. Podemos tener planes, hacer una lista de metas personales pero Dios es quien tiene todo bajo control. No hay nada de malo en preparar una lista, sin embargo podemos estar seguras de que los cambios que surjan han sido decretados por Dios. El año pasado nos demostró esto muy claramente.

Todo cuanto el Señor quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. 
Salmos 135:6

Los propósitos del corazón son del hombre, Pero la respuesta de la lengua es del Señor.
Proverbios 16:1

Si somos creyentes y estudiosas de la Palabra, confiemos de que Dios no tiene plan B. No hay nada que a Él se le escape, no hay nada que le sorprenda, todo, TODO está controlado por Él.

Recordemos que ni aún la muerte de su propio Hijo fue un plan alterno, siempre fue el plan maestro.

Así está escrito, que el Cristo padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día; y que en Su nombre se predicará el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 
Lucas 24:46-47

Si eres de las mujeres que prepara metas cada año nuevo recuerda que para establecer metas centradas en la Palabra de Dios debes:

  • Haber nacido de nuevo
  • Escudriñar la Palabra
  • Descansar en la soberanía de Dios

Wendy Marín Ortiz es la Coordinadora de Lifeway Mujeres, pecadora redimida, esposa de Oscar, madre de Owen y Marina. Le apasiona conocer el carácter de Dios y encontrar a Cristo a través de toda la Escritura. Su anhelo es que cada mujer tenga esta misma pasión.

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