Por Verónica Rodas

Persiste en desarrollar sus labores Proverbios 31:19 “Aplica su mano al huso y sus manos a la rueca”. Una vez más vemos a la Mujer Virtuosa trabajando esforzada… en las fuerzas del Señor. 

“Aplica” Hacer uso de una cosa o ponerla en práctica para conseguir un fin determinado. Es persistente, trabaja, aplica sus manos a lo que en su día a día debe aplicarlas. 

“Huso” El huso era un instrumento manual de madera, de forma redondeada, que servía para hilar. Hacía un trabajo manual para convertir la materia prima en hilo para elaborar telas y vestidos.

“Rueca” Antiguo utensilio que se usaba para hilar. Las palabras traducidas como rueca y huso aparecen únicamente aquí. Estos instrumentos se emplean para transformar la lana en hilo para tejer. 

¿Cómo lo llevaba a cabo? 

Constancia – Cuán necesaria es la constancia para desarrollar nuestro trabajo diario. “Nunca dejen de ser diligentes; antes bien sirvan al Señor con fervor de espíritu” Romanos 12:11 (NVI). Para ser constantes necesitamos: determinar, continuar y perseverar pase lo que pase, aunque sea difícil o nos cueste, debemos ser insistentes en desarrollar nuestras labores.

Perseverancia – Perseverar significa persistir en un estado, empresa o tarea a pesar de las influencias contrarias, oposiciones o desaliento. 

Trabajando en nuestra feminidad – La mujer tiene talentos exclusivos y ella los reconoce, y al reconocerlos se transforma en excelente. Siempre que comenzamos alguna tarea nueva nos parece difícil, pero al practicarla se disipan los temores hasta convertirse en deleite. Así damos fruto agradable para el Señor: haciendo Su voluntad, lo que Él quiere de nosotras y no lo que a nosotras nos parece, reconociendo nuestra función y desarrollando los talentos que nos ha confiado. Daremos buen fruto siendo constantes, perseverantes y esforzadas en agradarle a él. Salmos 40:8 “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón”. Esta mujer aplica su mano con el propósito de beneficiar a su familia. 

Debemos tener claro que cuando una mujer decide transformarse en una verdadera ama de casa, y cuidar de su hogar, darle un toque especial, poner las cosas en orden, es capaz de hacerlo muy bien… ¿Por qué? Porque es el Señor quien nos ha dado esta tarea. Dios nos ha formado, nos ha creado con estas capacidades y ahora quiere que las desarrollemos. No es la labor de los hombres, la de ellos es otra igual de importante que la nuestra. Por lo que, como mujeres, debemos desarrollarnos, ser constantes en nuestro papel en el hogar, y en cualquier lugar. Está claro que podemos equivocarnos al principio, y muchas veces, pero aprendemos cometiendo errores y aplicando nuestras manos a las necesidades de nuestra casa. 

Cuanto más leemos sobre la mujer virtuosa, más nos damos cuenta de que ella es como nosotras, sólo que más consciente de su labor. Somos privilegiadas de tener tanto para dar a los demás. Podemos clamar a Él y ser constantes, perseverar a pesar de las caídas y los obstáculos. Dios nos ha confiado una familia… un hogar con el cual podemos trabajar y edificar firmes en la roca. 

No pongamos más excusas al llamado de Dios. Él nos lo ha confiado, seamos obedientes, con una actitud de amor pleno hacia Él que nos demanda dicha disciplina y diligencia.

---

Verónica Rodas es esposa del pastor Luis Rodas. Madre de Cintia (17) y Zoé (6). Juntos sirven al Señor en Córdoba, Argentina. Su anhelo es mostrarle a la mujer lo deleitoso y hermoso que es ser discípula de Cristo.