En cambio yo, más que hombre parezco un gusano. Soy la burla de hombres y mujeres; todo el mundo me desprecia. —TLA

SALMOS 22:6

¡Cómo debió haberse sentido David cuando escribió esto! Al mismo tiempo estaba profetizando sobre el sufrimiento de Jesucristo. Jesús citó palabras de este Salmo cuando estaba colgado en la cruz al sentirse rechazado por la humanidad.

La palabra hebrea utilizada aquí para gusano es tolát que significa «gusano rojo». El «coccus ilicis» es un gusano que hay en Israel del cual se obtenía la tintura carmesí. Pareciera que al ser golpeado, se había desangrado. Por eso el salmista hace referencia a él. Cuando es tiempo de dar a luz a sus hijos, la hembra de este gusano sube a un árbol y allí muere, tal como Cristo, quien voluntariamente dio su vida por los suyos.

No podemos evitar ser rechazadas, pero podemos decidir no sentirnos como un gusano al que se puede pisar. Jesús nos comprende. Él sabe de qué se trata ser despreciado. No bases tu seguridad en la forma en que otros te valoren.

Necesitamos tener en lo profundo de nuestra alma una identidad que provenga de una fuente que nunca se agote. Jesús es esa fuente. Recuerda el precio que Él pagó por tu vida. (MG)

Es necesario que se acepten unos a otros tal y como son, así como Cristo los aceptó a ustedes.

PABLO

Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español)