Pasaje devocional: 1 Corintios 13
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1 Corintios 13:13
¿Es nuestro amor verdadero, a tal grado que pudiéramos llamarlo excelente? El amor encabeza la lista del fruto del Espíritu en Gálatas 5:22 y es el rasgo más distintivo del carácter de Cristo quien, por amor, fue una vez al Calvario llevando una cruz a cuestas. Jesús es nuestro ejemplo de amor perfecto, excelente y por eso el mensaje paulino es Cristo-céntrico.
El Espíritu Santo ha capacitado a todos los creyentes para que realicen la labor de unificación y edificación en la iglesia, el cuerpo de Cristo, haciendo uso de los diversos dones espirituales que se nos han encomendado. No todos hacen la misma labor, pero todos pueden realizar sus ministerios con amor. Si falta el amor, todos lo demás es vano y hueco, solo sirve para hacer ruido, creando una nota discordante entre la comunidad de creyentes. El amor nos une para trabajar en armonía, al máximo de nuestras capacidades y talentos. Por eso es el camino más excelente, pues todo trabajo en la obra del Señor prosperará si lo hacemos “vestidos de amor, que es el vínculo perfecto” (Colosenses 3:14).
El pueblo de Dios lo componen hombres y mujeres de fe, con su esperanza puesta en Dios, marcando su paso triunfante por el camino más excelente, el del amor. ¿Nos acompañará usted?
¡Gracias, Padre celestial, por enseñarnos el camino!
Un devocional de Revista Quietud
