Skip to main content

PASAJE DEVOCIONAL: DEUTERONOMIO 7:6-9

Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. (DEUT. 7:6)

Permíteme enumerar algunas de las tantas bendiciones que mi familia y yo hemos recibido del Señor. Hace años despidieron a todos los empleados en
mi departamento menos a mí. Mis hijas nunca se rebelaron en contra de nuestros deseos y enseñanzas. Ambas recibieron a Cristo como Salvador y están casadas con hombres creyentes. Este año, mi esposo y yo, celebraremos nuestro 39.o aniversario de bodas y ya logramos ver nacer a nuestro primer nieto. La lista sigue y sigue, así como el amor de Dios. A veces me pregunto: ¿por qué mi familia y yo recibimos tantas bendiciones? La única respuesta que encuentro a mi pregunta se centra en la persona de Dios, Su fidelidad y Su infinito amor que sobrepasa todo entendimiento. Mi lista de méritos propios es insignificante. No hay nada que yo pueda hacer para merecer el amor, la gracia y la misericordia de Dios. Su palabra dice que Él me escogió, no por lo que soy sino para mostrar quién es Él. Lo único a mi favor (y es suficiente) es que un día hice la decisión de recibir a Cristo como mi Salvador personal y ese acto me unió a mi Padre celestial, haciéndome Su hija.

Mi caso no es único. Dios también te ha escogido para recibir Su misericordia y Su amor. En estos momentos, da gracias al Señor por Su amor hacia ti y por las muchas bendiciones que ha derramado sobre tu persona. Puede ser que, a diferencia de mi caso, estés sin trabajo, tus hijos
sean rebeldes o tu matrimonio haya fracasado, pero ten por seguro que Dios nos ha escogido, como me escogió a mí, no por lo que valemos, sino por el amor que nos tiene. Para concluir di en voz alta las palabras del himno: «Dios te ama». «La más sublime nueva es: ¡Dios te ama! Su gracia ahora puedes ver; ¡Dios te ama! Si en obscuridad tú vas, Él tu senda alumbrará. En Su amor seguro estás; ¡Dios te ama! Y cuando deprimido estés, ¡Dios te ama!

Pues, aunque solo tú te ves, ¡Dios te ama!».

Dios, te doy gracias porque me amas sin merecerlo y me salvaste a pesar de mi maldad.

Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español).

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close