Pasaje devocional: Judas 1:21-22

Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. A algunos que dudan, convencedlos. Judas 1:21-22

En mi familia ha regresado una vieja moda que tiene a todos contando calorías, tomando batidos de proteínas, comprando suplementos alimenticios y corriendo kms en la máquina de correr. Todos cuidando su apariencia física sin preguntarse cómo está el interior. No digo que cuidar su templo sea malo, pero considero que esforzarse para ver resultados vanidosos es una pérdida de tiempo.

Llevo un mes con dolor por los ovarios. Luego de varias semanas fui al médico y este me pidió una serie de exámenes. Debo admitir que pasé toda una noche sin conciliar el sueño, pensando tener cáncer en los ovarios.
De inmediato pensé de qué sirve cuidar el físico, acumular riquezas o trabajar día y noche si lo único que debemos cuidar es nuestra relación con el Creador. Para la gloria de Dios los resultados de mis exámenes
fueron negativos, pero sí mostraron un desbalance en mis prioridades, un desenfoque de lo urgente a lo importante.

El versículo de hoy nos recuerda que debemos conservarnos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Lo interesante del versículo que sigue es que motiva a convencer a los que dudan. Si usted y yo estamos convencidos de nuestra fe, proclamemos con denuedo el evangelio de Cristo y esforcémonos en lo divino para ver resultados eternos.

Señor, te agradecemos Tus infinitas misericordias y nos comprometemos a proclamar las maravillas que has hecho.

Un devocional de Revista Quietud