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Por Mayra Beltrán de Ortiz

Hace unas semanas leí una cita del pastor Miguel Núñez que dice:

Dios nos creó para traer gloria a Su nombre en todo lo que hagamos.

Miguel Núñez

Esa cita me puso a reflexionar y pensar qué significa exactamente traer gloria a Dios en todo lo que hagamos en esta tierra.  Efesios 2:10 dice: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

Podemos deducir que el objetivo principal de nuestra existencia, gira en torno a la glorificación y el disfrute de Dios. Debemos glorificar a Dios en todo momento porque Él nos creó para Sí mismo. 1 Corintios 10:31 dice ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Es fácil glorificar a Dios cuando todas las cosas van bien, ¿verdad? Pero, ¿qué me dicen de esos tiempos de escasez, lucha o sufrimiento?  Esos son los momentos cuando glorificar a Cristo significa mucho. Cristo sufrió por nosotros, y cuando sufrimos, crecemos en santidad y nuestra relación con Él se fortalece.

Una de las áreas en la cual podemos glorificar a Dios es en nuestra respuesta a las pruebas.  Muchos de nosotros siendo hijos de Dios hemos pasado por pruebas financieras que nos han llevado a vivir con escasez y algunos prácticamente en pobreza.   El apóstol Pablo nos dice en Filipenses 4:12 … Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Pablo usó estas palabras dirigidas a los filipenses como una oportunidad de compartir con ellos el secreto del contentamiento piadoso en cualquier circunstancia de la vida. Pablo sabía que Dios le había prometido proveer para sus necesidades de acuerdo con Sus riquezas en gloria y  que en todas las cosas Dios cumpliría Su obra a través de Él, proveyendo todo lo que necesitaba para la vida y la piedad – porque es Cristo quién suple nuestras necesidades y es Cristo que es fortalecido nuestro corazón.

Pablo quería hacerle saber a los que lo escuchaban que él había aprendido a vivir y convivir en la escasez con humildad pero que también sabía cómo vivir en prosperidad … para la gloria de Dios.

A través de las enseñanzas de Pablo podemos aprender nosotras que no importa si tenemos mucho o poco, debemos mantenernos contentas y con gozo en todo. Tenemos que entender que no hay nada en la vida que podamos hacer sin Cristo y que no hay nada de lo que recibimos que no venga de Su mano – ya que Él es nuestra fortaleza… Él es nuestro apoyo y Él es nuestro proveedor.

Algo que he observado a lo largo de mi vida, es que muchas personas miserables que conozco son ricas, y las personas más alegres que conozco son pobres. Por eso concluyo que la felicidad no depende de las riquezas. Por mi propia experiencia les puedo decir que descubrí el secreto de estar contenta teniendo un corazón agradecido. No tenemos que tener mucho dinero. No necesitamos nada más que Cristo para estar contentas. 

Podemos decir que una manera de glorificar a Dios tanto en la escasez como en la abundancia es siendo agradecidas, así imitamos a Cristo.  En Filipenses 2:5 Pablo nos dice que nuestra actitud debe ser como la de Cristo Jesús.

Volvamos a Filipenses 4:12. Recordemos lo que le pasó a Pablo en Filipo. Había sido golpeado. Estaba en la cárcel. Estaba hambriento. Estaba sangrando. Estaba cansado. Estaba sediento. Pero ¿qué hacía? Cantaba canciones. Pablo estaba gozoso, contento y agradecido.

Pablo agradecía que era un hijo de Dios. Estaba tan agradecido de lo que Cristo había hecho por él que no importaba ninguna otra cosa. Él decía: Vivir es Cristo y el morir es ganancia (Filipenses 1:21). Lo único que le importaba era su relación con Dios en Cristo, y por eso él estaba contento, estaba con gozo.

Cuando miramos a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, no importa cuánto tengamos o cuánto nos falte, tenemos suficiente con Dios y podemos descansar en eso. Cuando vemos nuestras pruebas a la luz de la eternidad, verdaderamente glorificamos a Dios con nuestras vidas

Entiendo que resulta difícil estar gozosas en un mundo donde se nos dice que el “gozo” solamente puede ser alcanzado cuando tenemos más, hemos alcanzado más, hacemos más y más y más. Debemos aprender como el apóstol Pablo, a no buscar satisfacción en las cosas materiales cuando no las tengamos, y por igual no buscar esa satisfacción en las cosas materiales cuando las tengamos. Aprendamos a estar gozosas en todas las circunstancias, porque nuestro gozo no depende de ellas. Vivamos con una perspectiva eterna y solo así podremos glorificar a Cristo en la escasez y en la abundancia. Y para concluir busquemos a Cristo para nuestra fortaleza.  Podemos encontrar paz y descanso en Cristo porque Su Palabra nos dice en Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Mayra Beltrán de Ortiz, decidida a honrar el diseño de Dios para la mujer. Esposa de Federico Ortiz hace 45 años, madre de José Alberto y Erika y abuela de Noé, Renata y Jaime Alberto. Graduada del Instituto Integridad & Sabiduría. Miembro y diaconisa de la Iglesia Bautista Internacional (IBI) donde es parte del Cuerpo de Consejeros y es Encargada del Ministerio de Mujeres EZER.

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