[Pasaje devocional: 2 Timoteo 3:10-17]

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia. (2 Timoteo 3:16)

Tenía guardada en mi casa una rara herramienta a la que nunca le presté atención hasta que un día alguien me indicó que con esta podría resolver el problema que se me había presentado. Esto ocurre muchas veces en nuestra vida, hemos tenido objetos a los que por descuido no les hemos prestado atención, hasta que un día descubrimos lo útiles que son.

Hoy quiero darle a conocer una herramienta útil para el desarrollo integral en la vida. Sí, me estoy refiriendo a La Biblia. La Palabra de Dios es la perfecta herramienta que nos ayudará a ser el cristiano maduro y enteramente preparado para toda buena obra.

Tenemos la herramienta del Señor que nos enseña, nos orienta, nos indica y nos instruye. Todo lo que Él dice en su Palabra es para nuestro beneficio personal y pecamos si no lo obedecemos.

Volvamos nuestros ojos al Libro de los libros. Si el Señor nos dejó Su Palabra, no la descuidemos. Léala, medítela, memorícela y será alimento a su alma y hará de usted un cristiano útil y preparado para dar frutos dignos de un hijo de Dios.

Señor, despierta en mí el amor por tu Palabra.