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Por Mirna Espinoza

Pienso en la reacción de José, ¿cómo habrá sido ese momento para él? La mujer con la que pronto se casaría le da una noticia difícil de procesar, de los labios de esa joven salieron las palabras que para siempre le cambiarían la vida, “estoy embarazada” él ni siquiera lo sospechó. 

Solo puedo imaginar todo lo que pasó por la mente de José. Quizá lo primero que pensó fue: “¿Me traicionó?”. ¿Cómo alguien podría suponer que un engaño no era el causante de tal acontecimiento?

Mucho se menciona acerca de esa mujer piadosa que durante meses llevó a Jesús en su vientre, pero no tanto del hombre valiente que decidió dar la cara y ponerse al frente de una situación que parecía muy indecente.

Lo que pasó después de la gran noticia reveló el corazón de José. En lugar de gritar a los cuatro vientos mil maneras de cómo denigrar a María, decidió cuidarla a pesar de lo que ante sus ojos parecía solamente el resultado de falta de amor. José se movió en función de cuidar la dignidad de aquella que quizá le había roto el corazón.

Un ángel se apareció y le mostró la verdad, el Hijo que dormía en el vientre de María no provenía de una infidelidad, sino del más grande amor que conocería la humanidad. El ángel dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. Y dará a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a Su pueblo de sus pecados. (Mateo 1:20-21)

Y José se despertó del sueño en donde esto se le habló y su actuar fue “como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a María como su mujer”. José obedeció y decidió serle fiel al Señor, y ser el papá humano que Dios usaría para caminar con Jesús en sus primeros años. 

José adoptó, amó, cuidó, enseñó a Jesús.

José sin buscarlo refleja de manera silenciosa a nuestro amado Salvador. ¿Qué es este amor que da sin esperar?, ¿qué es este amor que cuida por el bienestar de los demás? Un hombre amoroso que obedece la voz de Dios a pesar de que esto le representaría sacrificio y dolor.

José un padre imperfecto y humano, pero que buscaba fervientemente escuchar la voz de Dios y obedecerla. Jesús completamente humano y completamente Dios, nunca se equivocó escuchó siempre la voz de Dios y hasta la muerte obedeció. Jesús siguió los pasos bien enseñados de Su padre terrenal sabiendo que no serían suficientes, pero sí necesarios.

José pecó, José no fue elegido por su magnitud de atributos, José era imperfecto, pero José amaba a Dios. El carpintero le enseñaría acerca de madera a Aquel que sería clavado en una. José sería el padre que Jesús necesitaba, José señalaría a Jesús en su vida ordinaria. José sería el padre no calificado del Salvador perfecto. José con su obediencia fue usado por Dios para ser el papá del que abriría el camino para que todos tuviéramos un Padre para siempre.

Mirna Espinoza, guatemalteca con un corazón rebelde que es constantemente corregido por Dios. Salvada por gracia y sin merecerlo. Siempre estudiante y nunca maestra. Sirve al Señor siendo colaboradora para Lifeway Mujeres, en su iglesia local y escribiendo en su blog personal Eufonía, IG: @eufoni.a (para visitarlos solo da clic sobre el nombre del blog y/o sobre nombre de usuario de Instagram)

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