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PASAJE DEVOCIONAL: SALMOS 5:1-7

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. (SAL. 5:3)

Dios nos ha dado el privilegio de hablar con Él por medio de la oración. Este privilegio se convierte en una bendición cuando vamos ante Su presencia con el deseo de alabarle, adorarle y buscar Su dirección para nuestro diario vivir. La oración matutina nos da fuerzas para comenzar el día y nos permite sentir el gozo del Señor cuando vemos que Su promesa de estar siempre con nosotras se cumple en nuestra vida.

El salmista se prepara para presentarse ante Dios en oración. La oración requiere preparación. No solo es acercarse a Dios, sino reconocer Su majestad a la cual solo tenemos entrada a través de Jesucristo. El salmista pide que el Señor escuche sus palabras y esté atento a su clamor. Si Dios no escucha nuestras oraciones, son vanas. Nuestra oración debe ser reverente porque vamos a hablar con el rey que, aunque es poderoso y soberano, comprende nuestro clamor, inclina Su oído hacia nosotras y nos toma de la mano para guiarnos por el camino. La oración es algo más que repetir palabras, es nuestro sincero clamor a Dios, esperando que Él nos escuche. Es presentarnos al Señor con humildad y gratitud por Sus misericordias. Es alabarle y adorarle con todo el corazón. No tenemos que usar palabras vacías antes de llegar al trono de Dios. La meta de nuestra oración debe ser que Dios nos oiga. La oración requiere que nuestra relación con Dios sea correcta. Si no es así, ese es el tiempo de cambiar y arreglar nuestra situación con Él, ya sea porque necesitemos la salvación, porque nos hayamos alejado de Su camino o porque le hayamos desobedecido.

Es cierto que podemos orar a cualquier hora y en cualquier lugar, pero la oración temprana; a solas con nuestro Dios, nos llena de una manera especial. Esta ejercita nuestra vida espiritual. También es el momento para pedir perdón por nuestros pecados e interceder por otros que necesitan Su dirección y protección. El salmista termina confiado de que Dios lo ha escuchado y reconoce que Él actuará conforme a Su voluntad.

Ora humillada con la seguridad de que Él escuchará tu oración.

Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español).

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