Pasaje devocional: Hechos 4:23-31

Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra. Hechos 4:29

Desde muy chica soñé ser operadora de teléfonos, así que mi mamá me llevaba al centro telefónico para que sus amigas operadoras me dejaran hacer conexiones telefónicas. Cuando alcancé la edad requerida, ingresé a la Escuela de Operadoras Nacionales y recibí mi título. ¡Estaba feliz! ¡Había alcanzado mi sueño! Pero al pasar unos días trabajando como operadora, uno de los jefes pidió hablar conmigo. Me llevó a su oficina y me dijo: “Nos han confirmado que usted va a la iglesia y canta en el coro y ese tipo personas no es de confianza para nuestro gobierno”. De inmediato me preguntó: “¿Es usted cristiana por tradición o por convicción?” A lo que le respondí: “Soy cristiana por convicción”. Me miró a los ojos y me dijo: “Si usted es cristiana solo por tradición, puede dejar de ir a la iglesia y seguir trabajando”. Sin temor le respondí: “Usted se puede quedar con todo esto porque a mi Dios no lo cambio por nada”. En ocasiones nos pondrán a prueba para ver qué tan fuerte es nuestra creencia en nuestro Salvador y Señor y es en esos momentos donde no debemos temer ninguna amenaza.

Pidamos al Señor que siempre tengamos el valor para expresar que somos sus siervos.

Un devocional de Revista Quietud