PASAJE DEVOCIONAL: JUAN 6:66-69
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. (JUAN 6:68)
M is padres fueron personas que no tuvieron la oportunidad de estudiar una carrera universitaria porque en los años de su juventud las cosas no eran fáciles. Sin embargo, los dos eran personas tan brillantes y tan creyentes que la universidad de los hombres no les hacía ninguna falta. Hablaban con tanta veracidad de las cosas del Señor y tenían tanta fe en Él, que eran dignos modelos de imitar. Los dos fueron maestros de la Escuela Dominical toda su vida y había que ver con la sencillez que ellos me explicaban la Palabra de Dios. Todas sus enseñanzas estaban adaptadas a mi poca edad y todas con el objetivo de guiarme a través de mi vida. Ellos ya están con el Señor hace algunos años, pero sus enseñanzas se quedaron en mí y me han ayudado a mantenerme firme en la vida cristiana. Cuando era pequeña, mis padres fueron esa guía a donde yo acudía cuando me sentía algo confundida. ¡Pobres de ellos por la cantidad de preguntas que yo les hacía! Sin embargo, siempre encontraron la medida perfecta para dar respuesta a mis preguntas. Ellos me enseñaron a confiar ciegamente en la Palabra del Señor y a saber que ahí es donde debemos acudir cuando tengamos la necesidad de saber lo que debemos hacer.
No nos dejemos confundir nunca por las cosas de este mundo, acudamos a Su Palabra porque ella está llena de palabras de vida que nos guiarán y no permitirán que tropecemos en el camino de la vida cristiana que nos lleva a nuestro Padre celestial que está en el cielo y con el que un día iremos a morar si confiamos en Él ciegamente.
Padre, gracias porque tenemos Tu Palabra que está llena de palabras de vida que nos guían a vivir confiando en ti.
Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español)
