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Por Angélica Rivera

La resurrección es la base del cristianismo y la Biblia explica claramente que Jesús resucitó de los muertos.

“Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Y si no hay resurrección de muertos, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra fe. Aún más, somos hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra Dios que Él resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Pues si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía estáis en vuestros pecados. Entonces también los que han dormido en Cristo han perecido. Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima. Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron. Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos.” 1 Cor.15:12-20

La Biblia enfatiza de manera contundente que Cristo vive y que por su resurrección nosotros también viviremos.

En el estudio del Ministerio Integridad y Sabiduría: “Jesús, evidencias de su resurrección” se explica los análisis de fuentes bíblicas realizados por historiadores, testimonios de testigos oculares y de fuentes no cristianas para comprobar la veracidad de la resurrección.

Pruebas históricas de la resurrección

1) La historia relata que hubo un Jesús que murió en una cruz, por Poncio Pilato. Se ha comprobado que los Romanos usaban la crucifixión para dar muerte y que Pilato fue un personaje real.

2) Los discípulos de Jesús creyeron que resucitó, y se les apareció después de resucitar y estuvieron dispuesto a morir por esta verdad.

3) Pablo quien era un perseguidor de la Iglesia cambió radicalmente. La historia afirma que hubo un hombre llamado Pablo que perseguía a la secta de “Los del camino” como se les llamaba anteriormente a los cristianos.

4) El escéptico hermano de Jesús, Jacobo, cambió radicalmente. La Biblia no oculta que los hermanos de Jesús no creían que Él era el Mesías.

5) La tumba vacía. ¿Si Jesús murió donde está su cuerpo?

Existen 3 argumentos de la tumba vacía:

1) El factor Jerusalén: Si el cristianismo nació en Jerusalén sería imposible continuar en esta ciudad con el cuerpo de Jesús enterrado en una tumba, pero sabemos que Su tumba está vacía.

2) Confirmación del enemigo: Si Jesús no hubiera resucitado ¿por qué los enemigos de Jesús y los guardias tuvieron que inventarse que el cuerpo había sido robado mientras ellos dormían? Había guardias cuidando la tumba y una piedra sumamente pesada, que no se hubiera podido quitar sin despertarlos.

3) El testimonio de las mujeres: En ese tiempo para los romanos y los judíos el testimonio de las mujeres no era confiable. La Biblia dice que los primeros testigos fueron mujeres, por lo que si esta teoría de la resurrección hubiera sido mentira no hubieran colocado el testimonio tal cual ocurrió. En una historia inventada hombres confiables lo afirmarían, para mayor credibilidad.

Él vive y está sentado con toda gloria y majestad. Está siendo adorado por miles de ángeles. Él reina y le veremos regresar, no como un siervo sufrido y agobiado sino como Rey triunfante que vendrá a restaurar todo lo que el pecado dañó.

¡Qué preciosa esperanza tenemos en Cristo!

“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quién por el gozo puesto delante de Él, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.” Hebreos 12:2

Al igual que Jesús podemos ver todas las aflicciones de este mundo como pequeñas al mirar y saborear las promesas de vida y resurrección que tenemos en Él. Celebremos la tumba vacía.

Angélica Rivera es diaconisa en la Iglesia Bautista Internacional, República Dominicana,  es graduada del Instituto Integridad & Sabiduría y tiene un certificado en ministerio del Southern Baptist Theological Seminary, a través del programa Seminary Wives Institute, está casada con el pastor Joel Pena, encargado del ministerio de Vida Joven de su iglesia donde Angélica sirve junto a su esposo, y tienen dos hijos, Samuel y Abigail.

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