Skip to main content

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia. —RVR1960

COLOSENSES 3:12

Numerosas encuestas lo confirman: lo que las mujeres más necesitamos es sentirnos amadas. Para nosotras el afecto es primordial, y quizá por eso cometemos muchas tonterías.

Deseamos tanto ser «especiales» para alguien, que algunas chicas tienen novio sin realmente quererlo.

Muchas caen en la histeria antes del 14 de febrero, y aun cuando son demasiado jóvenes, tratan de buscar quien les regale flores o chocolates. En realidad existe ese vacío que pensamos llenar con una pareja.

Pero puedes preguntar a muchas mujeres casadas que encontraron a su «príncipe azul» y te dirán lo mismo: el amor de un hombre es maravilloso, pero no es suficiente para hacernos plenas. Sin embargo, como leímos en el versículo de Colosenses, las hijas de Dios somos amadas y eso nos completa.

Dios nos ama. Y quizá en ocasiones esto no parece lo más maravilloso cuando ves a tus amigas con pareja o cuando el chico que te agrada no te hace caso o cuando has discutido con tu novio o cuando eres recién casada y descubres que el romance ha durado poco. Pero el amor de Dios es suficiente para todo, pues Su amor nos ayuda a amar, Su amor nos da perspectiva y Su amor nos satisface. Eres amada incondicionalmente por el Salvador. Eres amada. Repítelo muchas veces en este día porque es verdad. (KOH)

Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón andará siempre inquieto mientras no descanse en ti.

AGUSTÍN DE HIPONA

Un devocional de Un año con Dios (B&H en Español).

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close