Skip to main content

[PASAJE DEVOCIONAL: SALMOS 40:1-10]

Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová. (Sal. 40:3)

Por años han estado de moda los cantautores que ponen melodía a sus poesías, donde comparten sus sentimientos, pero solo los más talentosos pueden combinar buena poesía con buena música e interpretación. Los demás quedan olvidados sin haber podido dejar alguna huella en el alma del oyente. Sin embargo, en Cristo, nuestro Padre pone en nuestra boca un cántico nuevo, poderoso e influyente.

Es la verdadera alabanza a nuestro Dios que impacta al oyente de manera que le teman y confíen. ¿Se imagina? En Cristo puede ser una cantante de gran influencia en los demás. Cuando con verdadera fe vive Su evangelio, el Señor hace brotar desde su corazón y a través de su testimonio, una canción poderosa que no solo alaba a Dios, sino que resulta en bendición para todos los que la escuchen.

En este mundo, la gente anda desesperada por escuchar esa canción de salvación y esperanza, y solo los cristianos están dotados con la inspiración del Espíritu Santo para cantar esa nueva canción. ¿Es realmente usted el intérprete de esa canción salvadora y restauradora, o mantiene sus labios cerrados?

Hace poco, leí los comentarios de uno de los presos que están tomando un curso por correspondencia que ofrece mi iglesia, y este compartía su anhelo de salir de la prisión para hablar de Cristo a sus familiares y amigos. Si estás libre, tienes un privilegio que no todos tienen. Si puedes abrir tus labios para entonar la canción del evangelio de Cristo sin temor a represalias y prisión, tienes un privilegio que millones anhelan tener y no tienen.

Como hijos de Dios deberíamos en todo tiempo expresar nuestro gozo y esperanza, entonando la nueva canción que exalta a nuestro Dios y proclama Su amor en Cristo el Salvador. De esa manera, el oyente, impresionado por tanto talento espiritual, que no es nuestro, queda impactado por el mensaje más bello jamás escuchado para dar fruto: salvación segura, paz interior y un alma renovada.

Señor, que hoy y todos los días, mis labios
se deleiten en cantar una canción de
esperanza y salvación.

Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español)

Leave a Reply

Hit enter to search or ESC to close