PASAJE DEVOCIONAL: JUAN 12:44-50
Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. (JUAN 12:46)
¿Habrá algo más hermoso que la luz? Pienso que no. Vivo en Nuevo México y hace unos días debido a una tormenta eléctrica, en este desierto cayó un rayo sobre los transformadores de electricidad de nuestra área y estuvimos sin luz eléctrica por varias horas. En este país vivimos tan confiados de que nunca nos faltará nada, que algunas veces no tenemos los recursos que se necesitan cuando ocurren menesteres de esta índole. Así que yo no estaba preparada para semejante problema. En mi país de origen habría tenido una cantimplora, velas, antorchas, no sé, cualquiera de esas cosas, pero esta vez me tocó salir al balcón de mi casa y hacer un ramillete de luces de energía solar con las que tenía entre las flores. Puse las luces en un búcaro de cristal como si fueran flores y funcionó a la perfección. Mi casa estaba alumbrada y no estuve en tinieblas.
Los cristianos somos muy bendecidos porque tenemos una luz maravillosa: «nuestro Señor Jesucristo». Él vino al mundo para traernos un mensaje de amor, de paz y de perdón. Si creemos en Él y hacemos Su voluntad nunca viviremos en tinieblas. Viviremos tranquilas y confiadas sabiendo que nuestros pies no tropezarán, pues andamos en la luz del Todopoderoso y Él jamás nos abandona.
Padre, ayúdanos a vivir en la luz y a que las personas que nos rodean te vean reflejado en nosotras.
Un devocional de Devoción para el corazón (B&H en Español)
