Una mujer que desea agradar a Dios lucha por ser disciplinada
“Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas”. Proverbios 31:15
Su trabajo “incluye” proveer para los miembros de su casa, también organizar las áreas de su hogar. Ella es la primera en levantarse, aun de noche y lo hace para preparar el desayuno de su familia, la comida de ese día. No sólo prepara el alimento de su familia, sino que esas horas de la madrugada las invierte en planificar las labores que les dará a las personas que tiene a su cargo.
Cada día cumple sus responsabilidades porque es disciplinada. Se esfuerza mucho en sus tareas y se complace en ellas. Tiene cuidado de no perder su tiempo en cosas que ella no debe desarrollar ni le han sido confiadas. Se mantiene cumpliendo su rol y tareas. Deja por completo de ocuparse en cosas que no le corresponden.
Pero, ¿qué es lo que le impulsa a hacer lo que hace? ¿Cual crees que será el motivo por el cual una mujer hace este semejante sacrificio?
Aquí está el secreto de esta mujer:
Salmo 40:8 dice “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,Y tu ley está en medio de mi corazón”.
El hacer la voluntad de Dios le causa deleite.
Es un ejemplo de amor a Dios y su única motivación es servirlo más allá de sus fuerzas.
El rol que Dios le confió a la mujer es necesario para la familia. Ese es el plan perfecto de Dios.
Debemos tomar conciencia de nuestro rol y pedirle al Señor su ayuda, y entonces, dedicar todo nuestro esfuerzo y diligencia en llevarlo a cabo. Debemos planificar cada una de nuestras labores y tener un orden continuo y marcado.
“Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado;
Hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma”.
Increíble. Vayamos al Señor, quien nos dirige por el camino correcto. Salmo 143:8
Verónica Rodas es esposa del pastor Luis Rodas. Madre de Cintia (17) y Zoe (6). Juntos sirven al Señor en Cordoba, Argentina. Su anhelo es mostrarle a la mujer lo deleitoso y hermoso que es ser discípula de Cristo.
