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Por Stacy Edwards

Cuando iba caminando para mi clase de Escuela Dominical, la maestra me recibió con entusiasmo. Tenia pocas semanas que mi esposo había aceptado el pastorado de la iglesia. Me abrí camino hacia la silla mientras que la simpática maestra nos pedía a todos que abriéramos nuestras Biblias en 1 Reyes. Ella admitió que aunque había estudiado mucho, no sabía de memoria quiénes eran los reyes de la Biblia. “Sin embargo, es probable que la dulce esposa del pastor sí lo sepa”. Hizo una pausa y todos los ojos se volvieron hacia mí. Entonces me di cuenta que estaba hablando en serio. Después, todos hicieron una pausa y esperaron. 

Esta maestra no estaba tratando de avergonzarme o ponerme en apuros. Ella solo pensó que como esposa del pastor, era posible que yo hubiera memorizado cada detalle de las Escrituras. (Sin embargo, la realidad es que apenas he memorizado los nombres de mis hijos. Disculpen si esto decepciona a alguien.) La idea de que yo pueda citar cualquier pasaje de las Escrituras, en cualquier momento, es uno de los mitos de ser la esposa del pastor. 

Soy una fiel creyente en la transparencia. No se preocupe, no quiero decir del tipo “demasiada información”. Más bien soy del tipo “Voy a ser sincera, así usted también tendrá la libertad de ser sincera”. Con eso en mente, aquí hay tres mitos sobre las esposas de los pastores:

Mito 1

Una esposa de pastor lo tiene todo organizado.

Ojalá que esto fuera cierto. Pero, debo confesar que rara vez mi hijo tiene calcetines que combinen y es posible que este año, para la cena de Resurrección, yo haya o no haya servido pedazos de pescado del día anterior… ¡Nada menos que para la Cena de Resurrección!

Hice una lista en mi teléfono para llevar la cuenta de cuál de mis hijos se lavó los dientes todos los días porque de otra forma alguno se me escaparía. (Mi defensa es que tengo muchos hijos.) Pierdo la noción del tiempo y, por lo general, tengo que escribirle a mi esposo para pedirle de favor que traiga la cena.

Entonces, cuando usted me ve el domingo en la mañana y todas mis hijas están alineadas con trenzas francesas y sandalias, sepa que solo está viendo un fragmento de un cuadro mucho más grande y caótico.

Mito 2

La esposa del pastor tiene una medida adicional de santidad.

No hay nadie justo, ni siquiera uno. Eso es lo que dice Romanos 3:10. Yo, como esposa de pastor, no estoy menos necesitada de la infinita gracia de Dios. De hecho, me llamo a mí misma “ bebedora de la gracia” porque soy precisamente eso, y estoy desesperada por tenerla. 

He descubierto que a veces las mujeres se sienten incómodas de ser ellas mismas cuando están conmigo. Solo me hablan de temas que consideran seguros. Realmente está bien hablar de los temas diarios con la esposa del pastor. Yo quiero escuchar sobre su último desastre en la cocina o cuál tienda de segunda mano encontraron. Necesito saber que no soy la única que tiene un hijo que ¡rehúsa usar el baño!

¿Se pregunta cuáles son los temas buenos para hablar con la esposa del pastor? Es simple. Si es algo en lo que usted piensa mucho, entonces también será apropiado para ella. Si usted vio, leyó o escuchó algo que la hizo reír, cuénteselo. A ella también le gustara reírse.

Mito 3

La esposa del pastor sabe todos los detalles de todos los miembros y ministerios de la iglesia.

No conozco todos los asuntos personales de los miembros y los ministros. No sabía que todos los plumones del salón 207 estaban secos. No sabía que hubo una disputa sobre quién cantaría el solo del domingo pasado. No tengo idea si habrá cuidado para los niños mientras dirigen las pruebas para el equipo de baloncesto. No sé lo que sirven en la cena de los miércoles o si el pastel de chocolate tiene gluten. 

Luego de decir esto, haré lo posible por averiguar la respuesta a esas preguntas o hacer cualquier cosa para ayudar. Voy a trabajar y servir de cualquier forma necesaria porque yo amo la iglesia y sus miembros. No siempre estoy al tanto de todos los detalles y, con toda honestidad, es mejor así. Ya pasé un tiempo bastante difícil tratando de recordar si me bañé esta mañana. 

Ya es hora de dejar a un lado todas las ideas preconcebidas que hay sobre la esposa de su pastor. Todo lo que usted tiene que entender acerca de ella es que se parece mucho a usted.

Cinco formas de bendecir a la esposa del pastor

  • Invítela a almorzar o a tomar un café Muchos imaginan que como todos la saludan, ella tiene muchos amigos. Sin embargo, la verdad es que la vida en el ministerio a veces es solitaria.
  • Ore por ella. Hay mucha demanda de su tiempo y atención.
  • Permítale usar su don. No crea que ella tocará el piano o que podrá trabajar en la guardería. Permítale usar los dones que tiene.
  • Sea un refugio positivo para ella. Muchos la buscan para quejarse y criticar. Haga que las interacciones con ella sean agradable.
  • Envíele un pequeño regalo o carta. Mucho de lo que hace la esposa de su pastor queda detrás de las cortinas y, a menudo, inadvertido. Déjele saber que la aprecian.

Stacy Edwards es hija de un camionero y esposa de un pastor. Es escritora, conferencista y madre que le da clase a sus cinco hijas fabulosas. Stacy escribe un blog en ServantsLife.com y su primer libro Devotions from the Front Porch salió impreso en enero de 2016.

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