Pasaje devocional: Josué 23:8-11

Mas a Jehová vuestro Dios seguiréis, como habéis hecho hasta hoy. Josué 23:8

Una de las historias que más ayudan en el crecimiento y en el servicio cristiano es la historia de Josué. Desde su comienzo como líder hasta el final de sus días, Josué mostró una fidelidad a Dios y un entusiasmo por su trabajo digno de ser imitado por todos aquellos que en el presente trabajan y ministran en la obra del Señor.

En el pasaje bíblico de hoy Josué muestra una preocupación por el pueblo de Dios y la conducta que ellos adoptarían después de su muerte. Josué sabía que la condición de Dios para seguir dándole su bendición al pueblo era que ellos obedecieran sus estatutos y se alejaran de servir a otros dioses. Muchas veces en el pasado ellos habían olvidado eso.

Israel cayó porque se dejó atraer por otros dioses, se cansaron de adorar a Dios y de guardar su pacto.

Dios les advirtió muchas veces de las consecuencias de la idolatría, pero el pueblo no lo escuchó. Dios no cambia, es fiel en sus promesas, mas cuando pone una condición es fiel a ella también.

Muchas veces los creyentes olvidan cuán grandes cosas Dios ha hecho con ellos y se acomodan a una vida cómoda y sin compromiso con el Señor, que poco a poco los guía tras otros dioses como pueden ser las diversiones, la televisión, el jardín, la computadora y otras actividades a las cuales dan todo su tiempo y su interés sin dejar un momento para la comunión con Dios.

La voluntad de Dios es que su pueblo se mantenga fiel. Él quiere que sus hijos lo adoren y le sirvan de una manera espontánea y consistente.

Dios quiere que su pueblo se agarre de Él y permanezca en su Palabra. Dios espera lealtad de su pueblo y que esté comprometido a servirle con alegría.

Si usted desea que su vida inspire a otros a seguir a Cristo. Si espera tener una vida con más victorias que derrotas, entonces haga lo que Josué dijo al pueblo de Dios al final de sus días como líder del Señor.

Pídale a Dios la fortaleza que necesita para enfrentar los retos de cada día.

Un devocional deRevista Quietud